Leer para comprender el mundo
Entrevista a Susana Aliano
El programa “Leé para un niño” que promueve Fundación Itaú está transcurriendo su quinto año de ejecución. En diálogo con la escritora y editora Susana Aliano, que es la curadora de los libros que conforman la biblioteca disponible para esta iniciativa, conversamos sobre la importancia de la lectura en la primera infancia, en donde los niños desarrollan una etapa clave para la formación emocional e intelectual.
Un niño que lee será un adulto que piensa. Esta reflexión citada asiduamente en diversos textos refleja en sí misma la importancia de la lectura en la formación de un niño. Los libros enseñan a pensar, a reflexionar sobre temas de la vida cotidiana y a familiarizarse con la escritura.
“Cuando leemos, imaginamos, independientemente de la edad que tengamos. Leemos una historia y conocemos el mundo de los otros, pero, al mismo tiempo, podemos hacer un paralelismo entre la vida de los otros y la nuestra, cuando vamos creciendo”, afirma Aliano.
Leé para un niño comenzó en Itaú Brasil en el año 2012; y fuera de fronteras, Uruguay fue el primer país en aplicarlo.
El objetivo principal de Leé para un niño es que la lectura tenga un lugar primordial en lo cotidiano tanto en niños como en adultos. Porque es a ellos, a los más grandes, a los primeros que “hay que cazar”, dice Susana Aliano. Su participación es muy importante ya que es la curadora de los 50 títulos que componen la biblioteca que se sugiere desde Fundación Itaú tanto para las lecturas voluntarias que se realizan, como para el público en general que quiera adquirirlos en librerías.
“Los padres son quienes pueden disparar las situaciones que se generan entre un niño y el libro. En cuanto le mostrás un libro a los niños, enseguida se aferran a esa posibilidad que les estás dando y disfrutan. Ellos siempre están dispuestos”, reflexiona Aliano.
“Lo primero que debería generar el lector adulto cuando comparte un libro con un niño es atención. De allí parte el resto. Si logran generar interés, entonces hay un camino ganado. La segunda apuesta es a lo expresivo, para lograr que el niño viva de manera especial esa historia que se está compartiendo”, agrega la escritora.
También explica que mientras el niño escucha un cuento, no vive la historia solo desde lo auditivo, sino que la vive también desde lo visual. Los niños escuchan y entienden los tonos de voz, pero además observan las ilustraciones, que les transmiten otra dimensión de la historia.
Beneficios de la lectura
Aliano propone dividir los beneficios de la lectura en físicos, emocionales y sociales:
En el caso de las ventajas físicas que promueve la lectura, Aliano se remite a publicaciones que permitan la motricidad y refiere por ejemplo a libros fabricados en cartoné, con destacadas y coloridas ilustraciones y con agujeros o elementos lúdicos con los que el niño puede interactuar.
“Hay cuestiones que tienen que ver con el desarrollo emocional, que surgen del vínculo que se establece alrededor del libro y la lectura en una familia. En la medida en que los padres comparten ese espacio con sus hijos, se van generando vínculos más profundos”, explica Aliano y añade: “Hay una tercera área de desarrollo que es la social; porque el niño, por medio de las historias que presentan los libros, va conociendo el mundo y se va relacionando con situaciones que viven los personajes. Desde allí, el niño empieza a convivir y a interactuar con un imaginario colectivo”.
Aliano destaca que la lectura en la primera infancia aporta mucho más que el desarrollo cognitivo: “es la cimentación de un sentido y de una personalidad propia, que se empieza a formar en convivencia con otros; y en la medida que se convive con otros, se construye colectivamente”, puntualiza.
Un aspecto importante de la lectura es su relación con la imaginación, destaca Aliano. Y agrega: “Las historias activan la imaginación de los niños y ellos van construyendo un universo interior en relación con esas historias y sus propias vivencias. Relacionan ideas, cruzan realidades y poco a poco comienzan a comprenderlas y a darles un lugar. Así es como van estableciendo un sentido personal y esas historias terminan siendo esenciales para el desarrollo de una identidad. Por eso la lectura es un medio tan potente y necesario en la primera infancia”.
Su rol en Leé para un niño
Para su tarea de curaduría, es decir, de selección de los libros que conforman la biblioteca del programa Leé para un niño, Aliano aplicó ciertos criterios basados en temáticas a incluir para esa franja etaria como la naturaleza, los animales, la familia, es decir “todo lo que tenga que ver con el conocimiento del mundo y las emociones” puntualiza.
“Mi rol es generar líneas de ideas”, responde Susana Aliano cuando se le consulta sobre cómo definiría su participación en el programa de Fundación Itaú. Sobre la iniciativa, reflexiona: “Una de las cosas más importantes del programa es poner sobre la mesa un tema como la importancia de la lectura, con una presencia fuerte y con un compromiso especial, para que los adultos se pongan a pensar en la importancia que tiene la lectura en la vida cotidiana, en la construcción de vínculos y en la formación intelectual y emocional de las personas”, señala.
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Sobre Susana Aliano:
Susana es escritora, editora y correctora de estilo. Tiene una Maestría en Edición en la Universidad de Salamanca y un Posgrado en procesos editoriales de la Universidad Oberta de Catalunya. Susana provee servicios de consultoría a las editoriales, colabora en diversas publicaciones y en el proceso de edición de libros. Es fundadora y directora de la editorial “Más Pimienta” que se inició en Uruguay en 2011 y hoy continúa en Mallorca.
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Los libros promovidos en el marco de la campaña “Leé para un niño” se pueden encontrar también en las librerías Escaramuza y El Virrey con un descuento del 25% abonando con tarjetas del banco Itaú. Promoción válida hasta el 31 de diciembre de 2019.